martes, 11 de septiembre de 2012

Chamán: el que sabe, y porque sabe, puede.

El chamán no es visto como una persona común.

Se sabe que él ingresó a un mundo más profundo, a apropiarse de secretos ocultos al común de la gente.

Esto es así porque no hay sólo lo que se ve, sino mucho más.
Los chamanes se entregan a la tarea de averiguar el secreto y el poder que se esconde detrás de cada cosa; para lograrlo quiebran sus propios miedos y resistencias, y así se hacen más fuertes. Además consiguen la ayuda de las otras voluntades de la naturaleza, las que hay en plantas, animales, y aún en accidentes del paisaje como montañas, ríos y lagos.
El prestigio del chamán deriva de sus "poderes"; puede sanar, indicar en qué lugar se encuentra la caza, e incluso alterar los factores climáticos.
Su poder es hipnótico, para lo que emplean instrumentos, galas y cánticos. La hipnosis es un fenómeno natural y cotidiano, psicobiológico.

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