domingo, 23 de septiembre de 2012

Cultura Siberiana

El hombre está plenamente integrado a la naturaleza; extrae de ella las nociones fundamentales, religión, lenguaje, explicaciones. La tierra es considerada tierra de todos por ser interpretada como un espacio libre. Convendría decir que todas las formas de vida cultural se establecen alrededor de mitos diversos: astrales, cosmogónicos, animalísticos, vegetales, etc. Cada uno de los elementos que constituyen a diario el hábitat de ese pueblo está protegido por voluntades que castigan a quienes violan los tabúes impuestos.

Un lugar preponderante en la cosmovisión lo ocupa el chamán, que al igual que en otras culturas accede a esa función a través de la transmisión hereditaria, la revelación o el aprendizaje. El chamán, verdadero puente entre la gente física y lo que no se ve, que es la mitad de lo que hay.
El chamán es también el custodio de los mitos que explican el misterio de los hombres y del mundo además de aplicar esos conocimientos para la curación de enfermedades.

La funebrería entre estos pueblos nos muestra el entierro secundario de los huesos. Al morir un miembro de la comunidad el cuerpo es depositado en una fosa luego de haberlo envuelto con mantas y tapado con ramas; se cubre la fosa con tierra y después de un tiempo se juntan los huesos y se los deposita en una tinaja para ser trasladado al cementerio comunitario.


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